PAZ EN LA GUERRA

Título: PAZ EN LA GUERRA

Papel lienzo, mate, 310 grs. Un papel algodonado de máxima calidad y espesor.

Tirada: Ilimitada.

Medidas sin enmarcar: 72x41 cms. aprox.  (incluidos 6 cms. de paspartú por cada lado).

Certificado de autenticidad: número de referencia, sello en seco y sello postal personalizado.

Láminas Papel Lienzo con certificado de autenticidad.

Cada lámina viene avalada por un certificado de autenticidad, con número de serie, sello en seco y sello postal personalizado. Un proceso de elaboración realizado con los mejores materiales y la crítica supervisión de Augusto Ferrer-Dalmau, son nuestra mejor garantía de calidad.

La impresión se realiza individualmente sobre papel Photo Rag, blanco, mate, 310 grs, un papel algodonado de máxima calidad y espesor.

129,00 €
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Descripción
Descripción

 

El Rey José Bonaparte, con su séquito y una escolta de "chevaux legers", con Cádiz al fondo. 

La escena del lienzo representa el momento en que la comitiva francesa se detiene a la altura del Castillo de Santa Catalina, a media legua del Puerto de Santa María, para observar en la distancia la ciudad de Cádiz.

 A principios de 1810, Napoleón Bonaparte autorizó a su hermano José I a viajar a las tierras más meridionales de la Península Ibérica con la utópica ilusión de llegar a un acuerdo con la Junta de Cádiz, y terminar así con una guerra que se prolongaba ya casi dos años sin que se alcanzara a ver su final. 

Fracasadas las negociaciones se reanudarían las hostilidades, aprovechando el propio José para realizar algún reconocimiento a las posiciones francesas.

Uno de estos reconocimientos, es el que se ha plasmado en este precioso óleo.
En el séquito de militares y civiles que salió del Puerto de Santa María hacia Rota, se pueden ver junto al Rey, el mariscal Victor (sobre caballo tordo y con banda roja), el coronel Gaspard de Clermont-Tonnerre (a la derecha, con chacó rojo) y el consejero André François Miot, conde de Melito (tocado con sombrero de copa). Destacan, de espaldas, dos chevaux-legers del Regimiento de la Guardia Real de José I, identificados por sus preciosos uniformes de color verde botella. 

Pocos días después, José I abandonaba el Puerto de Santa María, camino de Arcos de la Frontera y Ronda. El asedio continuaría durante casi dos años y medio. Se estima que los franceses lanzaron más de 15.500 proyectiles sobre la ciudad, de los que sólo llegaron a impactar dentro de ella algo más de 500. La gracia de los gaditanos se traduciría en famosas coplas, como la famosa:

«Con las bombas que tiran los fanfarrones, se hacen las gaditanas tirabuzones»

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